El Método Montessori nació de la idea de ayudar al niño a obtener un desarrollo integral, para lograr un máximo grado en sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales, trabajando sobre bases científicas en relación con el desarrollo físico y psíquico del niño.
La Dra. María Montessori basó su método en el trabajo del niño y en la colaboración adulto – niño. Así, la escuela no es un lugar donde el maestro transmite conocimientos, sino un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollan a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.
El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en la instrucción de los niños.
El aula Montessori integra edades agrupadas en períodos de tres años, lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad.